…que los beneficiarios de nuestro proyecto cuentan. Uno de ellos es el de Sara, de ocho años:
Cuando los terroristas del Estado Islámico invadieron Mosul (Nínive) en 2014, Sara tenía sólo tres años. Los atacantes rodearon a un gran grupo de mujeres y niños cristianos. Primero eligieron a las jóvenes más hermosas para llevarlas a sus líderes. Las otras mujeres y niños fueron vendidos en los mercados de esclavos, una de ellas era la pequeña Sara. Un jefe de la tribu árabe suní la compró y la llevó a su casa con su familia. Sintió lástima por la niña, así que trató a Sara con respeto y como a sus propios hijos.
Después de que Mosul fuera liberado el año pasado y de que volviera a la normalidad, el jefe de la tribu empezó a buscar a la familia de Sara. Después de diez días también la encontró a través de Facebook, para que el padre de Sara pudiera abrazar felizmente a su hija. Cuando quiso reembolsar al jefe de la tribu el precio de compra de Sara, el jefe se negó y se negó a aceptar cualquier dinero.
La historia de Sara y la generosidad del jefe de la tribu árabe circula actualmente por toda la zona.